23 de febrero de 2015



...Cesará La Horrible Noche Venezuela!

Venezuela, como la mayoría de los países occidentales, eligió la democracia como su sistema de organización estatal, después del fallecimiento del caudillo Juan Vicente Gómez (1857-1935), militar que dirigió con mano de hierro el país entre 1908 y 1935, el Estado venezolano intentó la estabilización política y económica, pero esta democracia resultó ser muy débil.

Después de la muerte de Gómez se redactó un nuevo texto constitucional que contemplaba la “elección indirecta” del presidente, así llegaron al poder Eleazar López Contreras (1936-1941), Isaías Medina Angarita (1941-1945) y Rómulo Betancourt (1945-1948), quien recibió un golpe de Estado perpetrado por políticos, a partir de este momento el texto constitucional recibió una reforma para fortalecer la democracia, así las elecciones pasaron a ser con voto universal, directo y secreto, de manera que el primer presidente de Venezuela elegido con voto universal, directo y secreto fue el escritor nominado al Premio Nobel de Literatura, Rómulo Gallegos, corría el año 1948.

Pero la naciente democracia recibiría un golpe mortal, pues el presidente Rómulo Gallegos recibió un golpe de Estado en 1948, perpetrado por militares, a cargo de la denominada Junta Patriótica conformada entre otros, por el contralmirante Wolfgang Larrazábal, el general Marcos Pérez Jiménez y el general Carlos Delgado Chalbaud, como presidente designado.

Pero una vez más la ambición por el poder se impuso, así se cometió lo que hasta ahora es el único magnicidio de la historia de Venezuela, durante un golpe de Estado, liderado por Marcos Pérez Jiménez, fue asesinado el Gral. Carlos Delgado Chalbaud, y se impuso una feroz dictadura que duró 10 años, hasta su caída el 23 de enero de 1958, en un movimiento civil liderado por los estudiantes, entre ellos, Rafael Caldera, Jóvito Villalba, Raúl Leoni, entre otros.

Después de los sucesos del 23 de enero de 1958, cuando cayó la dictadura de Pérez Jiménez y éste huyó del país, Venezuela pareció haber encontrado el camino para la anhelada democracia, el país pasó cuarenta años sin que se registrara un golpe de Estado, militar o civil, después de la caída de la dictadura, ocupó el gobierno provisionalmente Rómulo Betancourt, entonces se realizaron elecciones generales y resultó elegido como presidente constitucional de Venezuela el abogado Raúl Leoni (1964-1969), le siguieron los primeros gobiernos de Rafael Caldera (1969-1974) y Carlos Andrés Pérez (1974-1979). 

Fue a este periodo que denominaron como la época dorada de la democracia venezolana, en este periodo se nacionalizaron el petróleo, el hierro y el aluminio, se decretó la autonomía universitaria, se aprobó el divorcio, se aprobó el voto femenino y se legisló acerca de los derechos de la mujer, entre otros logros importantes. 

Después de este periodo, el país pareció caer en una especie de oscurantismo, se sucedieron una serie de gobiernos deficientes que comprometieron seriamente a la democracia, incluyendo los segundos periodos de Rafael Caldera y Carlos Andrés Pérez (que no fueron ni parecidos a sus eficientes primeros periodos): Luis Herrera Campins (1979-1984), Jaime Lusinchi (1984-1989), Carlos Andrés Pérez (1989-1992).

En 1992 Venezuela, después de cuarenta años sin ninguna alteración al sistema democrático, vio despertar el fantasma del golpe de Estado, esta vez perpetrado por militares, aunque fue sólo una intentona, el sistema del momento se fragmentó al punto que ese mismo año, el mismo grupo militar intentó un nuevo golpe, esto significó la salida del gobierno de Carlos Andrés Pérez, le sucedieron de forma interina Octavio Lepage (1993) y Ramón J. Velázquez (1993-1994), hasta que se realizaron elecciones generales, resultando ganador el Dr. Rafael Caldera. 

En un giro del destino, el líder militar que perpetró el intento de golpe de Estado en 1992, resultó electo presidente constitucional de Venezuela en 1999, se trató del teniente coronel Hugo Chávez Frías (1954-2013), con el inicio del gobierno del presidente Chávez, el sistema político estatal de Venezuela se transformó radicalmente, el brusco cambio afectó algunos preceptos democráticos. 

En 2002, de nuevo el país vivió otro episodio confuso, para algunos un golpe de Estado, para otros y el Tribunal Supremo de Justicia, un vacío de poder, pero entonces el país fue dirigido de forma provisional por Pedro Carmona Estanga (civil, 2 días) y Diosdado Cabello (militar, 3 horas); después de estos hechos, el presidente constitucional, Hugo Chávez, fue restituido en el poder, así permaneció, por medio de la figura “reelección indefinida” a través de la reforma de la Constitución, hasta el 5 de marzo de 2013, que falleció por enfermedad.

Aquel 15 de abril del 2013, afirmaría el actual presidente Nicolas Maduro, “Hemos ganado 17 de 18 elecciones en 14 años”. Cómo lo recordara siempre su antecesor Chavez.

Hoy casi dos años después de esa posesión, la crisis que enfrenta la popularidad del modelo impuesto por el chavismo, en particular el liderazgo de Nicolás Maduro y sus verdaderos o supuestos asociados, entre ellos Diosdado Cabello, está en caída libre. Los fracasos son muchos y están pagando las consecuencias.


El deterioro de los servicios sociales se agudiza, la delincuencia se incrementa y es de suponer que las facciones dentro del gobierno estén al borde de enfrentar una crisis que indudablemente repercutirá en el resto de la sociedad.

La crisis económica es muy profunda. La escasez de productos, el encarecimiento de los que aún se encuentran en los mercados y la inflación en general, tienen a la población en un constante desasosiego.

La caída de los precios del petróleo afecta dramáticamente la gestión económica, pero también la política clientelar del gobierno, que controlaba un amplio sector de la población gracias al sistema de subsidios que había establecido.

La corrupción, la más aguda y extendida en toda la historia del país, tiende a acrecentarse. El empobrecimiento y la disminución de los recursos disponibles, incita a la carroña gubernamental y a la boli-burguesía, a un festín final con los bienes del estado.

El gobierno afronta un deterioro creciente de la seguridad pública, lo que puede conducir a la ingobernabilidad. En esto pueden cumplir un importante rol los grupos paramilitares del chavismo.

Las fuerzas armadas, en particular el alto mando, ha sido uno de los sectores más favorecido por el régimen, sin embargo no se puede descartar una asociación entre militares y civiles con el fin de buscar una salida a la grave crisis nacional.

Unas elecciones en este momento, en que según diferentes encuestas el apoyo al mandatario no rebasa el 25 por ciento, debería darle a la oposición una clara y abierta victoria que de no ser reconocida por las diferentes instituciones del estado que están bajo el control del ejecutivo mostraría a los que no han querido ver ni escuchar, la verdadera naturaleza antidemocrática del régimen que controla el país.

Enfrentar un régimen despótico con legitimidad electoral, grandes recursos económicos y con el control de las instituciones del estado es muy arduo y complicado. En consecuencia la oposición electoral venezolana ha tenido que ser muy creativa. Ha padecido serias limitaciones y sus actividades contrarias al régimen han tenido que circunscribirse a la legalidad impuesta por una dictadura encubierta.

El régimen cuenta con un sicariato judicial que le ha sido muy útil. Los jueces del chavismo interpretan la constitución a la conveniencia del gobierno y por ese motivo pudieron criminalizar, entre otras decisiones, las protestas del 2014, encarcelar a Leopoldo López y otros opositores entre quienes hoy también se encuentran Antonio Ledezma y vendrán aún varios más.

Todo parece indicar que el liderazgo de la oposición se está reinventando, y hay quienes advierten qué, la condición que coincide con la debilidad del gobierno, así que si el adagio de que la fuerza invita al diálogo y el diálogo a las concesiones es cierto, es posible que el régimen reconozca una eventual derrota electoral y en consecuencia abandone el poder.

Mientras tanto Nicolás Maduro y su régimen seguirán yendo en contra vía de la democracia y varios “millones y millonas” de hermanos Venezolanos seguirán padeciendo los coletazos de aquellas dictaduras que creíamos ya extinguidas en nuestra América moderna.

…Cesará la horrible Noche Venezuela. 





No hay comentarios:

Publicar un comentario